El Camino de Santiago, tiene algo que engancha, y una vez lo terminas, a pesar del agotamiento tienes ganas de volver. Si te estas planteando probar esta experiencia pero no terminas de animaros, voy a intentar daros el último empujón…Te doy 12 razones por las que deberías plantearte hacer el camino de Santiago.
1. Superar tus propios límites
Tendrás que superar tus propios límites. Creo que este primer punto, es el que nos hace generar algo que es lo que nos engancha.
Caminar más de 20 kilómetros, un día tras otro, haga un sol abrasador o bajo el diluvio universal, hace que sea duro. El cansancio, las ampollas y los dolores, se van acumulando.
Por experiencia lo más duro son los tres primeros días, a partir del cuarto notaréis que vais mucho más rodados.
Aun así el Camino es duro y te enseñará a no rendirte, y descubrir que tus límites están más allá de lo que tu pensabas. Cuando dices “ya no puedo más”, en realidad si puedes, y coges impulso para continuar andando hasta el albergue.
2. Hacer amigos de todo el mundo
Es una oportunidad excelente para conocer a gente muy diferente a ti; de diferentes culturas, ideologías y edad.
Esto es una forma única de abrir la mente, borrar prejuicios y conocer más sobre otros países. Es alucinante la cantidad de gente que viene desde sitios muy lejanos solo para hacer el Camino.
Verás también muchos peregrinos (y no se ve raro), que hacen el Camino en solitario. Pero en ningún momento se sienten solos porque siempre tendrán oportunidad de estar con más peregrinos en los albergues, con los que se comparten cenas, e incluso etapas del camino.
Nosotros hemos conocido a muchísima gente, tenemos un montón de anécdotas. Por ejemplo, conocimos a una pareja que se conocieron en un viaje anterior al Camino, ella de Colombia, y el de Canadá. Surgió tal historia de amor, que se casaron y adivináis de que temática fue la boda? ;P
3. Valorar más las cosas y vivir con solo lo imprescindible
En primer lugar en la mochila tendrás que llevar lo mínimo y sacrificar muchas cosas, nada de “por si..”, de modelitos, ni estuches de maquillaje. Se lleva lo mínimo de lo mínimo, por ejemplo, llevaremos una pastilla de jabón que servirá tanto para ducharse como para lavar la ropa.
Os dejo también un enlace a la entrada donde se habla con más detenimiento de la mochila. Una simple camiseta de más, te parecerá pesada.
Como decía aprenderás a valorar las pequeñas cosas; el albergue con una litera para ti será como un hotel cinco estrellas, y descubrirás el poder curativo que tiene una ducha caliente, masajearse los pies y la ropa limpia después de un largo día de andar.
Después de la ducha, te entrará un hambre feroz, y descubrirás el valor de la comida. Hasta un simple plato de macarrones con tomate te sabrá a gloria, y te recargará a tope las energías para el día siguiente.
4. Desconectar de tu mundo
Para la mayoría es el objetivo durante las vacaciones, pero después no lo cumples, porque te pasas todo el viaje haciendo fotos y compartiéndolas por Instagram.
El Camino de Santiago es tu momento para desconectar de verdad y disfrutar de la naturaleza. Mientras andas en lugar de mirar el móvil estarás mirando donde pisas y con las manos en los bastones o palos que te ayudarán a caminar.
Solo vas a mirar el teléfono al final del día cuando estés ya descansando en el albergue y llames a la familia para comentarle como ha ido el día.
5. Disfrutar de la naturaleza y los paisajes
Recorrerás preciosos caminos, que si no vas andando o en bici no podrías ver. Podrás hacer el mismo recorrido en coche, es decir, de pueblo a pueblo, pero por las carreteras o autopistas te perderás todo.
El Camino de Santiago, y más en concreto el del Norte, son muchos kilómetros con paisajes de contrastes, donde pasaremos del verde de los prados al azul del mar Cantábrico, o de estar en valles con ganado a subir montañas solitarias.
6. Hacer turismo
A lo largo del camino, tendréis la oportunidad de conocer y sumergirte en la rica cultura e historia de las diferentes regiones de España. Tendrás tiempo de hacer turismo por la tarde. Después de una buena ducha, reponer fuerzas con una buena comida, y con las chanclas para airear los pies.
Los finales de etapa en la mayoría de ocasiones (alguna vez dormirás en “medio de la nada” lo cual esos días sirven para descansar más) vas a acabar en pueblos y ciudades preciosos que tienen mucho que ofrecer.
Personalmente os recomiendo que las etapas os las organicéis bien, y que sean hasta la hora de la comida para que por la tarde podáis aprovechar para descansar, hacer turismo y preparar la etapa siguiente.
Por otro lado, ya no solo haréis turismo al final de etapa, sino también durante el Camino. Ya que este transcurre por pueblos preciosos entre los destinos de las etapas.
7. Caminar es el mejor ejercicio
Andar es un deporte sanísimo, y mejor que el gimnasio. Verás como día a día tus músculos se fortalecen, y cuando regreses a casa te sentirás mejor físicamente.
El Camino mejorará no solo tu resistencia física día a día sino también la psicológica, que muchas veces juega un papel más importante. Verás que tu cuerpo tiene mayor capacidad de lo que imaginabas ante el cansancio o para aguantar el dolor.
Además te servirá para “limpiarte” de la contaminación de la ciudad, respirando aire puro del campo. Ya verás como al volver notas que respiras mejor y tu capacidad pulmonar ha aumentado al estar haciendo ejercicio. Personalmente soy asmática, y podía notar un gran cambio. Ya que poco a poco coges fondo, y las cuestas que al principio te matan, al final las subes con facilidad.
8. Viajar gastando poco dinero
El alojamiento a lo largo del camino, suele ser en albergues con precios muy económicos, así que puedes tener unas buenas vacaciones por poco dinero.
Existen diferentes tipos de albergues; los de donativo que en muchos casos también te dan cena y desayuno. (Tengo la sensación de que cada vez hay menos así). Estos en muchos casos son albergues con una organización religiosa detrás.
Los albergues municipales que suelen costar 6 euros (máximo 10 euros) y en su mayoría disponen de cocina o microondas, lo cual te permite también ahorrar en comida, y preparte algo comprado en un supermercado.
En el caso de que el albergue municipal se complete, a partir de 10 euros (los nuevos están costando unos 15 euros), tienes albergues privados donde también dispones de todos los servicios. Incluso alguna veces compensa pagar por estar en un privado frente al público.
9. Practicar idiomas
En ciertas épocas del año la mayoría de peregrinos que encontraréis no hablan castellano, de modo que tendréis una gran oportunidad de practicar inglés u otros idiomas que sepáis.
Poco a poco cada día veréis como os vais soltando, y a la vez que ganáis en amistades, mejoráis vuestro nivel.
10. Reflexionar sobre tu vida
El estrés diario nos hace olvidarnos de dedicarnos minutos a nosotros mismos. Especialmente los que vivimos en grandes ciudades vamos a un ritmo demasiado acelerado empujados por la rutina.
Durante las horas de silencio andando, podrás reflexionar sobre tu vida, y te reencontrarás contigo mismo.
Es el momento para coger energías, pensar en todo aquello que no te gusta en tu vida y quieres cambiar, para la vuelta poder tener el valor de eliminar de nuestra vida todo eso que no nos gusta.
Este verano por ejemplo conocí a un chico chino que después de terminar el Camino, ha decidido dejar su trabajo en China, y quedarse en Madrid estudiando cine. El camino ha cambiado su vida al 100%.
11. Puedes hacer el Camino a tu manera
El Camino de Santiago como ya os contamos no es camino único, tu eres libre de decidir cual y como hacerlo.
El Camino de Santiago no tiene un punto de partida marcado, de modo que puedes empezarlo en la etapa que mejor te venga. Incluso hay gente que empieza saliendo de su casa.
Puedes planificarlo como quieras, y adaptarlo a tu forma física. Si no tienes un gran fondo organízate etapas cortitas.
Especialmente el Camino Francés cuenta con numerosos albergues y alojamientos de todo tipo y te resultará mucho más sencillo dividir etapas si lo necesitas.
12. La satisfacción de alcanzar meta y comerte una mariscada para celebrarlo
“¡Después de 815 kilómetros, por fin estoy en Santiago! “
El momento de llegar a la meta no se puede describir con palabras, hay que vivirlo. Es tal la satisfacción y la emoción, que no hay dinero que pueda comprar eso. Es un conjunto de sentimientos, felicidad, ganas de llorar, un subidón de adrenalina…(se te escapará alguna lágrima..jeje)
Todo eso refleja el sentimiento de sentirse realizado, ya que después de tanto esfuerzo has podido finalizar el Camino, y ganar esa apuesta que hiciste contigo mismo.
Esa noche en Santiago, podrás pegarte un homenaje y cenar una buena mariscada 😉
Estas son solo algunas de las razones por las cuales las personas deciden hacer el Camino de Santiago. Cada peregrino puede tener motivaciones únicas y personales para emprender esta aventura. Recorrer el Camino de Santiago es una experiencia que no se olvida y que os recomendamos al 100%. ¡Todos deberíamos hacerlo en algún momento!
Para terminar el camino no hay nada mejor como tener luego un buen descanso en casa. Os recomendamos para ello recuperar fuerzas en una cómoda hamaca. Os dejamos dos webs donde podéis comprarlas 😉
www.hamacagigante.es/ y www.tropilex.com/es
¡Nos vemos en la siguiente parada!