¡¡Tan, tan, tan taaaaaan!! ¡¡Nos vamos de boda!! Ya llega la razón de nuestro viaje a Tailandia. Estaremos 3 días en Pattaya por la boda de la prima de mi amiga Merche.
Los novios nos envían una furgoneta para recogernos en el hotel y llevarnos hasta Pattaya, lugar donde viven y donde se realizará la boda. Llegamos al hotel a la hora de comer, y después de un descanso y preparación nos vamos a la boda, que se hace en la playa de un hotel precioso.
La boda fue muy bonita y emotiva. La ceremonia y la cena fue en la playa, y después la fiesta fue en el barco del jefe de la empresa. El aire de la boda fue mezcla alemana por parte del novio, española por la parte de la novia, más el Tailandés en la comida algo picante. Un momento muy especial después de la cena fue el lanzamiento de farolillos voladores. El algo tradicional tanto en China como en Tailandia, hay que pedir un deseo antes de soltarlo.
Al día siguiente tenemos una mañana tranquila en la piscina para recuperarnos del día de la boda. Después fuimos a dar un paseo por la calle principal y comimos en un restaurante alemán.
Por la tarde, vamos al mercadillo de Pattaya, primero estuvimos por la zona de ropa y después por la parte de comida y vimos cosas de lo más curiosas.
Por la noche fuimos a la zona del puerto, la ventaja es que íbamos con los novios, que al vivir allí te dan más seguridad, así que vamos más tranquilos siguiendo sus recomendaciones, y nos cuentan anécdotas y experiencias de vivir allí día a día.
La verdad es que la imagen que tenemos de Pattaya desde España es igual a prostitución, pero una vez allí la verdad es que no es tan horrible como nos pensábamos. Es como el típico paseo marítimo pero aquí los relaciones públicas a parte de ofrecerte tomar algo, te ofrecen ver espectáculos eróticos.
Nos comentan que muchos turistas tienen problemas en esos sitios, porque les dicen que las bebidas tienen un precio pero luego resulta que tienen unos precios carísimos, como 200 euros, y no te dejan salir de allí sin que lo pagues. Después de dar un paseo, nos fuimos a una terraza para tomar unos refrescos antes de volver al hotel.
Para terminar estos tres días de celebración, vamos de excursión en barco. Nos juntamos con amigos de la pareja que habíamos conocido en la boda.
Pasamos un bonito día viendo playas, bañándonos, e hicimos una rica barbacoa en el propio barco. El día fue muy relajado, y disfrutando de la belleza del mar tailandés. Después de comer, fuimos nadando hasta una playa donde había monos. ¡Pena que en ese momento no llevábamos la cámara!
Por la noche tocó despedirse y una furgoneta nos llevó a Bangkok, donde nos hospedamos en un hostal cerca del aeropuerto, ya que teníamos que madrugar muchísimo. Más que dormir, echamos una siesta larga.
¡Nos vemos en la siguiente parada!