Contratamos esta excursión en una de las múltiples agencias callejeras que hay en Chiang Mai.
En este tipo de excursión, te suelen recoger directamente muy pronto en la entrada de tu alojamiento. Aunque no os asustéis si no están a la hora, porque tampoco cumplen la puntualidad británica.
Se suele viajar en una minivan blanca, con el aire acondicionado a tope, de modo que llevar siempre ropa de abrigo.
La primera parada en la excursión es para visitar al poblado Lisu en Mae Taeng, una tribu de origen tibetano. Damos un paseo por el poblado y vemos como vive la gente y es su día a día en la selva.
Las casas son todas de madera y bambú, y las mujeres tejen para luego ponerlo a la venta para los turistas que les visitan.
Seguimos la ruta después de un rato de visita, para la segunda parte de la excursión. Vamos a comenzar el trekking por la selva que finalizará en unas cataratas donde nos podremos bañar.
El trekking fue más complicado de lo que esperaba, debido al calor durante la subida y el suelo resbaladizo en algunos momentos. Es importante llevar un calzado apropiado para ello e irse echando repelente con frecuencia.
Mosquitos. Depende de la época habrá mas o menos, por suerte en febrero había pocos, pero es fundamental echarse repelente, y más en el norte. Recomiendo comprar repelente allí porque es más eficiente que los que tenemos en España.
Menos mal que la subida de la ruta finaliza en una cascada donde tendremos un rato para bañarnos y recuperar las fuerzas para la última parte de la excursión.
Para terminar el día de aventura, toca ¡¡rafting!! Primero en una canoa normal y para terminar en las zona tranquila con una barquita de bambú.
Ya vayas en el rápido o en la barquita de bambú, vas a acabar empapado, por lo cual es recomendable llevar ropa para cambiarse después.
Personalmente si me meto mojada en la furgoneta de vuelta con el aire a tope, acabaría con una pulmonía.
Para terminar el día ya en Chiang Mai, vamos al mercadillo nocturno. Aquí podéis aprovechar para pasear, hacer compras, o simplemente cenar.
El mercado es enorme, tiene bastantes calles todas ellas plagadas de puestos. En Chiang Mai se puede conseguir precios más económicos que en Bangkok, así que aprovechamos para comprar algunos detalles de souvenir.
Compras: Un euro suele equivaler unos 40 B. En Tailandia se regatea y donde mejor os entrenaréis será en los mercadillos. Se recomienda empezar el regateo ofreciendo 1/3 del precio que nos digan, y de ahí ir subiendo. Aunque penséis que os lo estáis llevando muy barato, al final veréis que se podría haber conseguido a un precio mejor. Con el paso de los días y la práctica se consiguen mejores precios.
No dejéis de ver el resto de entradas del viaje a Tailandia.
¡Nos vemos en la siguiente parada!