Florencia, es la capital de la Toscana, y cuna del Renacimiento. Sin duda es “la Ciudad del Arte”. Tal es su belleza que al síndrome de Stendhal, lo llaman también el Síndrome de Florencia.
Aquí vamos a contaros nuestro recorrido evitando que su particular belleza nos provoque un síndrome de Stendhal 😉 No incluimos visitas a museos, porque para ello entonces nos faltarían más días.
Nuestro punto de partida es la Estación de Santa María de Novella. Al viajar en tren, siempre buscamos alojamientos cerca de la estación, para no ir cargados con la mochila por toda la ciudad y que nos permita estar más cerca del tren para salir al día siguiente.
Así que después de dejar las mochilas en el alojamiento empezamos nuestra ruta.
Junto a la estación veremos la Iglesia Santa María Novella, donde destaca su fachada de mármol.
Nuestra siguiente parada es el Mercado Central de Florencia. Es un lugar ideal para picar algo y probar productos gourmet.
En la planta de arriba encontramos también restaurantes con mesas para disfrutar tranquilamente de la maravillosa gastronomía italiana.
Continuamos hasta la Piazza del Duomo, aquí se concentra un top de los monumentos de Florencia. Tan bellos que esperemos que no te dejen eclipsado.
Encontraremos en la Plaza, la Catedral, la cuarta mas grande del mundo, el Campanile o campanario, con sus increíbles 82 metros de altura, y el Baptistero, que nos pilla en obras..
La plaza esta llena de gente, aquí se juntan decenas de turistas por metro cuadrado. En pleno agosto, seguro que tendréis que hacer cola para visitarlos por dentro.
Desde aquí seguimos por Via dei Calzaiuoli y Via degli Speziali hasta la Piazza della Repubblica.
Lo que ahora es una gran plaza, en su día fue este espacio era el Foro Romano.
Una vez allí salimos por el Arco del Trionfo, y tomamos la Via degli Strozzi hasta el Palazzo Strozzi. Este es un gran palacio del renacimiento, es tan grande que fue necesario destruir 15 edificios para construirlos en su lugar.
Continuamos la ruta bajado hasta la Piazza della Signoria. Aquí casi tendremos que coger número para poder fotografiar los siguientes monumentos importantes de la plaza.
Aquí vemos la estatua ecuestre de Cosme I, la copia del Marzocco de Donatello, del David de Miguel Ángel, y la fuente de Neptuno.
En la plaza se encuentra también el Palazzo Vecchio, sede del Ayuntamiento de Florencia.
Seguimos nuestra ruta para ir a ver el esperado Ponte Vecchio. Si os habéis ido fijando en la ruta, desde que hemos empezado en la estación, hemos ido siempre bajando dirección al río Arno.
El Ponte Vecchio es característico por esas “casas colgantes” de colores, que le dan esa imagen única.
Mientras cruzamos el puente además podemos ver sus famosas joyerías.
Le hacemos fotografías desde todas las perspectivas ya que es precioso,y nos sentamos un rato en el borde para descansar y disfrutar de la vista.
Después continuamos la visita por la rivera del río Arno. En esta zona destaca el Palacio Pitti.
Este fue el Palacio Real del Gran Ducado de Toscana. Actualmente, en sus numerosa salas se encuentran varios museos.
Cogemos fuerzas para subir Piazzale Michelangelo, para llegar hasta arriba tenemos que subir una dura escalera.
Desde arriba podemos ver unas maravillosas vistas y tomar fotos de Florencia desde lo alto.
Volvemos al centro paseando por la Lugarno Torrigiane junto al Arno, y cruzamos por el Ponte Alle Grazie, el cual nos regala unas preciosas vistas.
Vamos subiendo de regreso, pero mientras paramos en la Chiesa di Santa Croce. Conocida como el Panteón de las glorias de Italia, ya que cuenta en su interior con las tumbas de personajes ilustres como Maquiavelo, Miguel Ángel, o Galileo Galilei.
Desde ahí, vamos regresando al centro, para volver después al alojamiento.
Hasta aquí Florencia. ¡Nos vemos en la siguiente parada!