En nuestro segundo día en la isla y primera mañana, decidimos ir de cabeza a conocer la playa de La Pelosa.
Personalmente considero que es la más bonita de la isla, mejor incluso que las famosas playas de la Costa Esmeralda.
La Pelosa se sitúa en el norte, en su lado oriental, de frente están las islas de Piana y La Asinara.
En esta época del año, podemos disfrutar de La Pelosa mucho más que en verano, ya que hay muy poquita gente.
Primero más llegar nos llevamos la grata sorpresa, de que no tenemos que pagar el parkímetro, de hecho quitan la máquina.
Luego una vez en la arena, no hay aun servicio de tumbonas y sombrillas, de modo que podemos ver la playa virgen…
No hay cosa que me horrorice más que verlo todo plagado de sombrillas alineadas, que rompen el encanto natural. Si veis mis fotos y buscáis fotos de la playa en verano, veréis la diferencia.
En La Pelosa además de poder disfrutar de la playa y el sol en verano, podréis practicar windsurf. Es uno de los deportes acuáticos más populares de Cerdeña.
Pasamos la mañana disfrutando del agua turquesa, la arena blanca y las vistas a la Torre della Pelosa.
Esta torre le da un toque especial a la panorámica de la playa, la cual fue construida para controlar los barcos que iban al Golfo dell’Asinara.
Así desde ahí podían alertar rápidamente si había un ataque a la isla.
La torre fue construida con la piedra de la zona, el esquisto. Se cree que su altura era el doble de la actual, y para subir tenían unas escaleras de cuerda.
¿Dónde comer en La Pelosa?
Si no queréis bajar hasta el pueblo, en la misma playa tenéis una terraza.
Aunque en nuestro caso decidimos la opción de realizar un picnic, una forma de comer de manera más económica, rápida y disfrutando del aire libre.
Como habéis visto, no es necesario viajar a la otra punta del mundo para estar en el paraíso…
¡Nos vemos en la siguiente parada!